Mis recuerdos de juegos de la infancia tienen que ver más que nada con el N64. Mi hermana y yo competíamos intensamente en los minigames de Pokémon Stadium. Me pasé Pokémon Snap como cinco veces. Mario Kart 64 lo jugábamos en familia, en especial el Battle Mode. Smash Bros lo jugaba con mis amigos todos los viernes después del cole. Mi mamá me quitó la consola luego de haberme pasado un fin de semana entero pegado a la tele jugando Ocarina of Time. (Al final me lo pasé en casa de un amigo.) Vi a mi primo tratar de pasarse Majora's Mask sin éxito también. Kirby 64 era otro favorito mío pero ese no lo podía enseñar a otros jaja. Super Mario 64 no lo tuve hasta mucho después pero me quedaba idiota viendo a un amigo jugarlo. Mario Party 2 lo jugué mil veces con hermanos, primos, tíos y cualquiera que pasara por la casa.
Pasarte un juego completo era raro entonces, en parte porque se alquilaban, y en parte porque no había internet para buscar las soluciones (y además éramos niños). Muchos de esos juegos los alquilaba de Blockbuster y nunca me los terminaba de pasar. (De ese mismo Blockbuster nos robamos la película de South Park cuando no nos dejaron alquilarla por nuestra edad.) En esa época los juegos de N64 eran extremadamente caros y raros (porque se tenían que importar y no se podían piratear), así que solíamos compartir juegos, y de esa forma también me llegaron a robar un par. Se practicaba el trueque en el colegio, entre cartas Pokémon y juegos. Las cartas Pokémon eran tan populares que las terminaron por prohibir en el cole. Luego pegaron las de Magic y Yu-Gi-Oh, pero para entonces ya te hacían bullying si jugabas.
Por otro lado, los que teníamos N64 éramos minoría. La mayoría tomó la (correcta) decisión de comprar un PS1 y piratear todo. Los de N64 éramos medio que los ñoños, pero igual nos envidiaban el Zelda y Smash Bros.
El otro sistema que marcó mi infancia fue el GameBoy Color con Pokémon Red/Gold. De hecho no tenía ningún juego de GBC que no fuera Pokémon. Y todos mis amigos lo tenían también. Intercambiábamos con el cable en viajes en carro, y jugábamos solo cuando había luz, entre intervalos de oscuridad. La obsesión por Pokémon en los noventas fue increíble. Fui al cine a ver las primeras dos películas. Cuando finalmente salió Ruby y Sapphire la mayoría de mis amigos ya lo habían superado o lo seguían jugando a escondidas. Para mí, Gold/Silver fueron como el fin de mi niñez.
Otra cosa que recuerdo de esa época era Club Nintendo, una revista mexicana tipo Nintendo Power que llegaba un mes tarde a mi país, pero igual la leía. Me divertían mucho los editoriales y los reviews, me pregunto qué habrá sido de esa gente.
Finalmente, también tuve una época PC muy limitada, más que nada con juegos gratis en NewGrounds y animaciones de eBaumsWorld. Mi hermana y yo tuvimos un verano de adicción a NeoPets hasta que nos quitaron la computadora. Más adelante mis amigos jugaban Gunbound, pero a mí nunca me encantó.